Mi mejor recuerdo fue cuando el día que cumplía 9 años, estaba en mi pueblo con mis amigos, y vinieron a mi casa y estuvimos jugando y comimos un poco de lo que puso mi madre. Cuando estábamos jugando se fueron todos de repente y me dejaron allí sola, yo pensé que se habían enfadado, y fui a buscarlos por todo el pueblo, y por el camino me picó una avispa y me fui a casa llorando pensando que mis amigos no querían saber nada más de mí y por el dolor del picor de la avispa. Y cuando llegué a casa estaban todos esperándome con regalos por mi cumpleaños y estuvimos jugando con lo que me habían regalado y nos reímos mucho por lo que me había pasado.
IRENE MIGUEL, 3º div.
2 comentarios:
Ya veo que continúa la tradición de empapelar los pasillos del instituto. Fantástico.
Un abrazo.
Un abrazo, Paco. Se te echa en falta en la pegada de carteles.
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