domingo, 14 de febrero de 2010

PALABRAS DE UN BOLÍGRAFO

Yo nací con muchos amigos, todos éramos de tinta azul, pero poco a poco nos fuimos separando. En la papelería casi siempre preguntaban por nosotros y cada vez quedábamos menos y llegó el día en que todo bolígrafo esperaba ser comprado y usado. Soy y seré de mucha utilidad para realizar trabajos, pero llegará algún día en el que estaré viejo, seco y desgastado y me olvidará, ya que otro bolígrafo me sustituirá y yo iré a la basura. Pero es el destino de todos: algún día nos tendremos que ir domo muchos de mis amigos que van y vienen. Son las palabras de un bolígrafo.
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LUIS ALBERTO HINOSTROZA PÉREZ
3ºE

sábado, 6 de febrero de 2010

MEMORIAS DE UN MÓVIL

Estaba en una caja. Todo estaba muy oscuro. Tenía que esperar a que le sirviera de ayuda a alguien, cuando de pronto se iluminó todo a mi alrededor. De pronto, una persona empezó a apretar mis botones y, como yo esperaba, empezó a hablar. Desde entonces supe que iba a servir para que esa persona se pudiera comunicar con la gente. Pero un día me caí al suelo y me volvieron a guardar en esa caja oscura. Y ahora espero a que me vuelvan a sacar.


ANA MARÍA GÓMEZ, 3ºE

miércoles, 3 de febrero de 2010

MEMORIAS DE UN VIDEOJUEGO


Me acuerdo de aquel día en el que venía con el pack de la Play Station 2, por suerte, me compraron. Como era un juego de aventuras me dieron mucho uso, hasta que el momento de mi pesadilla empezó. Me alquilaron en una tienda llamada Game, me imagino que el chico que jugaba conmigo, al haberse pasado la partida y haber pasado todos los niveles, se habría aburrido. Y ahí estaba yo, en el escaparate de juegos de segunda mano, esperando a mi próximo jugador, solitario, sí, y puede que viejo tambíen, pero con una gota de esperanza.


LUCÍA SÁNCHEZ ASENSI, 3ºF

martes, 2 de febrero de 2010

MEMORIAS DE UN ABRIGO



Ya sé que soy muy calentito, pero la verdad es que yo paso bastante frío, sobre todo esos días en los que nieva y hace menos de 0ºC, pero me siento bastante feliz, al saber que protejo a las personas del frío. Lo que menos me gusta es que me manchen, y encima me tengan que meter en la lavadora, donde me mareo un montón con tantas vueltas sin parar, pero al final quedo otra vez reluciente y eso sí que me hace feliz.


ELISABETH JURADO GÓMEZ, 3ºF

lunes, 1 de febrero de 2010

MEMORIAS DE UN DESPERTADOR


Tras la mudanza me encuentro en la mesita de noche, al lado de un portafotos y una vela. Me gustan mucho las noches porque cuando me van a poner en hora me hacen cosquillitas al apretar el botón para poner la alarma. Pero cuando llega la mañana todo lo bueno se acaba, empiezo a emitir música pero no me hacen caso. De pronto veo abalanzarse sobre mí una gran mano que me da un gran golpetazo, tan fuerte que a veceds llego a caer al suelo. Pero todo no acaba ahí; lo peor es cuando, al cabo del tiempo, me empiezan a gritar poniendo en evidencia mi funcionamiento. Pero, ¿qué he hecho mal? Me vuelven a colocar en mi lugar y vuelta a empezar. Como despertador expongo que esta vida es muy dura porque no me llevo caricias sino golpetazos.



VERÓNICA HERNÁNDEZ GUERRERO, 3ºE