ANDREA GUERRERO MARTÍN, 2ºESO E
(Segundo Premio de Narrativa Certamen Literario "IES Barrio de Loranca", Segundo Ciclo)
martes, 15 de junio de 2010
EN UNA NOCHE OSCURA
jueves, 10 de junio de 2010
MI DESPERTAR
CAROLINA RANGEL, 1º BACH. A
(Segundo Premio de Narrativa Certamen Literario "IES Barrio de Loranca", Bachillerato)
miércoles, 2 de junio de 2010
ASÍ APRENDÍ A NO MALTRATAR A LAS MUJERES
No sé dónde estoy, tengo mucho miedo, ojalá mi madre esté bien, quisiera ayudarla pero tengo mucho miedo. Quiero que él se vaya para siempre de nuestras vidas. Se me acerca una chica, no sé qué quiere, mejor salgo a correr, me sigue persiguiendo y dice que me quiere ayudar. ¿Será verdad? Como no sé a quién pedirle ayuda, dejo que se acerque a mí. No sé cómo decírselo, y vuelvo a llorar. Me pregunta que qué me pasa. Le digo que no aguanto más, que mi madre es maltratada y no sé cómo ayudarla, ya lo he intentado muchas veces pero él también me pegaba, no sé qué hacer. ¿Cómo la ayudo? No quiero que siga pasando por eso. Ella es muy buena, me quiere; yo creo que ella lo aguanta para que yo esté bien, pero lo que ella no sabe es que yo así no soy feliz. La chica me dice que vayamos a la policía, pero yo le cuento que hemos ido pero él siempre vuelve, pero ella insiste en que vayamos. Ahora estamos en mi casa y la policía se lo lleva, sigo asustado porque no sé si volverá como siempre o por fin nunca volverá.
Hoy, tres años después, me la vuelvo a encontrar y le doy las gracias por ayudarnos a salir de ese infierno en el que vivíamos mi madre y yo. Y gracias a esto aprendí que de todas las mujeres que haya en mi vida ninguna será menos que yo. .
RAQUEL BORREGUERO CASTAÑO, 4º ESO DIVERSIFICACIÓN
(Primer Premio de Narrativa Certamen Literario "IES Barrio de Loranca", Segundo Ciclo)
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Así aprendí a no maltratar a las mujeres
lunes, 24 de mayo de 2010
LA ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE
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THAIS TRUJILLANO RODRÍGUEZ, 2º BACH. B
(Primer Premio de Narrativa Certamen Literario "IES Barrio de Loranca", Bachillerato)
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La Esperanza es lo último que se pierde
martes, 18 de mayo de 2010
LAS HISTORIAS DEL ABUELO
TAMARA EXPÓSITO GONZÁLEZ, 2º ESO D
(Primer Premio de Narrativa Certamen Literario "IES Barrio de Loranca", Primer Ciclo)
domingo, 14 de febrero de 2010
PALABRAS DE UN BOLÍGRAFO
Yo nací con muchos amigos, todos éramos de tinta azul, pero poco a poco nos fuimos separando. En la papelería casi siempre preguntaban por nosotros y cada vez quedábamos menos y llegó el día en que todo bolígrafo esperaba ser comprado y usado. Soy y seré de mucha utilidad para realizar trabajos, pero llegará algún día en el que estaré viejo, seco y desgastado y me olvidará, ya que otro bolígrafo me sustituirá y yo iré a la basura. Pero es el destino de todos: algún día nos tendremos que ir domo muchos de mis amigos que van y vienen. Son las palabras de un bolígrafo.
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LUIS ALBERTO HINOSTROZA PÉREZ
3ºE
sábado, 6 de febrero de 2010
MEMORIAS DE UN MÓVIL
Estaba en una caja. Todo estaba muy oscuro. Tenía que esperar a que le sirviera de ayuda a alguien, cuando de pronto se iluminó todo a mi alrededor. De pronto, una persona empezó a apretar mis botones y, como yo esperaba, empezó a hablar. Desde entonces supe que iba a servir para que esa persona se pudiera comunicar con la gente. Pero un día me caí al suelo y me volvieron a guardar en esa caja oscura. Y ahora espero a que me vuelvan a sacar.
ANA MARÍA GÓMEZ, 3ºE
miércoles, 3 de febrero de 2010
MEMORIAS DE UN VIDEOJUEGO
Me acuerdo de aquel día en el que venía con el pack de la Play Station 2, por suerte, me compraron. Como era un juego de aventuras me dieron mucho uso, hasta que el momento de mi pesadilla empezó. Me alquilaron en una tienda llamada Game, me imagino que el chico que jugaba conmigo, al haberse pasado la partida y haber pasado todos los niveles, se habría aburrido. Y ahí estaba yo, en el escaparate de juegos de segunda mano, esperando a mi próximo jugador, solitario, sí, y puede que viejo tambíen, pero con una gota de esperanza.
LUCÍA SÁNCHEZ ASENSI, 3ºF
martes, 2 de febrero de 2010
MEMORIAS DE UN ABRIGO
Ya sé que soy muy calentito, pero la verdad es que yo paso bastante frío, sobre todo esos días en los que nieva y hace menos de 0ºC, pero me siento bastante feliz, al saber que protejo a las personas del frío. Lo que menos me gusta es que me manchen, y encima me tengan que meter en la lavadora, donde me mareo un montón con tantas vueltas sin parar, pero al final quedo otra vez reluciente y eso sí que me hace feliz.
ELISABETH JURADO GÓMEZ, 3ºF
lunes, 1 de febrero de 2010
MEMORIAS DE UN DESPERTADOR
Tras la mudanza me encuentro en la mesita de noche, al lado de un portafotos y una vela. Me gustan mucho las noches porque cuando me van a poner en hora me hacen cosquillitas al apretar el botón para poner la alarma. Pero cuando llega la mañana todo lo bueno se acaba, empiezo a emitir música pero no me hacen caso. De pronto veo abalanzarse sobre mí una gran mano que me da un gran golpetazo, tan fuerte que a veceds llego a caer al suelo. Pero todo no acaba ahí; lo peor es cuando, al cabo del tiempo, me empiezan a gritar poniendo en evidencia mi funcionamiento. Pero, ¿qué he hecho mal? Me vuelven a colocar en mi lugar y vuelta a empezar. Como despertador expongo que esta vida es muy dura porque no me llevo caricias sino golpetazos.
VERÓNICA HERNÁNDEZ GUERRERO, 3ºE
domingo, 31 de enero de 2010
MEMORIAS DE UN ESPEJO
Recuerdo cuando llegué, estaba junto a mis hermanos y, de pronto, una mujer y un hombre me cogieron y me pusieron en un carro de la compra. Después me pusieron en un maletero. Yo estaba asustadísimo porque no sabía qué pasaría conmigo y pensando me quedé en la oscuridad de ese sitio tan oscuro y acalorado. De pronto, noté cómo bajaban del coche aquellos señores y vi cómo la luz se hacía más intensa cada vez que abrían más la puerta y entraba más calor de aquella tarde de verano. Me cogieron con mucho cuidado y me llevaron dentro. Ya dentro me dejaron apoyado contra una pared, era una casa muy elegante y bonita. De pronto, escuché que unos niños se acercaban y delante de mí, con las manos embadurnadas en pintura, empezaron a toquetearme y la mujer les empezó a chillar, cosa que no entendí porque me pareció divertido y me gustó cómo se veía la sonrisa en esas caras. Después empecé a oír una especie de conversación-peleada por decidir dónde me colocaban y, como no consiguieron decidirse, me pusieron en el salón. Pero al cabo de unos días vino como una especie de mujer mayor con gafas y moño, con aires de superioridad, que cuando me vio me cogió y decidió que yo no serviría para nada y los pequeños intentaban convencerla de que sí, pero ella no cedió y me dejó en un trastero en el que hace apenas tres horas he estado. Allí había muchos trastos viejos y desgastados que no servían para nada... Ahora me encuentro en un sitio que huele mal, estoy hecho pedacitos, pues no me dejaron con la delicadeza que me cogieron y espero todavía volver a ver la sonrisa de un niño con las manos embadurnadas de pintura.
SONIA AYAS, 3ºE
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