Yo nací con muchos amigos, todos éramos de tinta azul, pero poco a poco nos fuimos separando. En la papelería casi siempre preguntaban por nosotros y cada vez quedábamos menos y llegó el día en que todo bolígrafo esperaba ser comprado y usado. Soy y seré de mucha utilidad para realizar trabajos, pero llegará algún día en el que estaré viejo, seco y desgastado y me olvidará, ya que otro bolígrafo me sustituirá y yo iré a la basura. Pero es el destino de todos: algún día nos tendremos que ir domo muchos de mis amigos que van y vienen. Son las palabras de un bolígrafo.
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LUIS ALBERTO HINOSTROZA PÉREZ
3ºE
1 comentario:
Enhorabuena por tu relato. me ha gustado mucho.
Un saludo.
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