Cuando abrí la puerta comencé a oír aquella voz que tanto extrañaba. Seguramente fueran
imaginaciones mías porque desde aquel día que nos distanciarnos no volvimos a
saber nada el uno del otro.
Nunca la volví a ver, y aquello me destrozaba, no había día que no pensara en ella. Si
hubiera sabido lo que pasaría después de aquello habría rectificado, y ahora yo me sentía muy solo.
LIDIA POZO NIETO, 2º H ESO
1 comentario:
¡Enhorabuena, Lidia! Por lo que veo, eres una artista del microrrelato. Sigue así, aprendiendo y disfrutando.
Saludos.
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