jueves, 2 de febrero de 2012

MEMORIAS DE UN TELÉFONO

Se me pasa la vida mientras me cuelgan y me descuelgan. Escucho conversaciones a diario y me fascino cuando oigo hablar lenguas extranjeras. Tengo todos los números de contacto de personas que ni siquiera se conocen y ni se llegarán a conocer. Me llaman constantemente y no me puedo mover del sitio; eso me crea una cierta sensación de impotencia. A veces me gusta servir para solucionar las emergencias y las llamadas de gente con problemas. Respiro por unos agujeros que tengo y huelo los alientos de las personas y no siempre son mentolados. Me encanta que me utilicen, pero lo que no me gusta es que me desconecten porque corro el riesgo de aburrirme.


NÉSTOR MANZANERO SOBRADO, 3ºE

No hay comentarios: