martes, 5 de mayo de 2009

UNA LEYENDA INCA

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MANCO CÁPAC Y MAMA OCLLO


En las tierras que se encuentran al norte del lago Titicaca, las personas vivían como bestias feroces. Se refugiaban en cavernas y se alimentaban de plantas, bayas y de carne cruda.
Inti, el dios Sol, decidió que había que civilizar a estos seres y le pidió a su hijo Ayar Manco y a su hija Mama Ocllo descender a la Tierra para que enseñaran a las personas las reglas de la vida civilizada y a dar culto a su dios creador, el Sol. Pero antes, Ayar Manco debía fundar un imperio.
Inti les confía un bastón de oro diciéndoles:
-Desde el gran lago, adonde llegarán, marchen hacia el norte. Cada vez que se detengan para comer o dormir, planten este bastón de oro en el suelo, donde se hunda sin esfuerzo. Ustedes construirán Cuzco y dirigirán el Imperio. Al día siguiente, los dos hermanos surgieron de las aguas del lago Titicaca. La riqueza de sus vestimentas y el brillo de sus joyas hicieron comprender a las personas que eran dioses.
Ayar Manco y Mama Ocllo se pusieron en marcha hacia el norte, los días pasaron sin que el bastón de oro se hundiera. Una mañana, al llegar a un valle rodeado de montañas, el bastón se hundió en el suelo. Era ahí que había que construir Cuzco (ombligo del mundo).
Ayar Manco se dirigió a los hombres y les dijo que sólo debían cumplir tres leyes: Ama Sua, no seas ladrón, Ama Quella, no seas ocioso y Ama Llulla, no seas mentiroso. Luego comenzó a enseñarles a cultivar, cazar y a construir casas.
Mama Ocllo se dirigió a las mujeres y les enseñó a tejer, cocinar y a ocuparse de la casa.
Es así que Ayar Manco, devenido Manco Cápac, en compañía de su hermana Mama Ocllo se sentó en el trono del nuevo Imperio. A partir de ese día, todos los emperadores incas, descendientes de Manco Cápac, gobernaron su imperio con su hermana devenida en esposa.



YAMILÉ DIPAZ ROA, 1º ESO A

1 comentario:

Anónimo dijo...

agradesco mucho a las personas que han hecho estas paginas,me ayudará mucho en mis tareas. GRACIAS